Concluyendo.
Si te he entendido bien, has decidido abandonar los estudios en tu último año de comercio internacional y recuperar el olvidado oficio de tus antepasados: fabricante de kits para matar vampiros. Y, además, quieres que yo te ayude a posicionar tu página web en Google.
Todo ferpecto.
No, en serio; tienes mi más sincera admiración. Honestamente, creo que en este mundo hay dos clases de personas: aquellas que persiguen sus sueños, sin importarles a qué lugares sombríos les lleven. Y las que usan freidora de aire para cocinar.
Ahora bien, antes de comenzar, quiero lanzarte una advertencia.
En este nuevo proyecto enfrentarás a una siniestra entidad. No, no te estoy hablando de criaturas de la noche tipo Vlad el empalador, el conde Orlok y compañía.
Me refiero un mal más antiguo y oscuro. Uno que se adentra en nuestra mente y es capaz de anticiparse a nuestros gustos y temores: el algoritmo de Google.
Toma nota porque aquí te traigo tu primera lección SEO, indispensable para dar visibilidad a tu negocio en 2025. O en 1840.
Keywords: quien mucho abarca, poco aprieta
Tu primera tarea consiste en seleccionar las keywords más útiles para tu nuevo negocio. Pero, déjame que te explique muy brevemente qué significa eso de keyword.
(Keyword, para los países angloparlantes y latinoamericanos, principalmente. Palabra clave, si vives en Murcia y alrededores).
Las keywords son los términos de búsqueda que la gente cabal emplea cuando busca información en Google, Bing, Yahoo, DuckDuckGo.
Ya está; te dije que sería breve. Ahora sigue estos 3 pasos:
- Abre Google y un documento en Excel o Google Sheets.
- Piensa en aquellas keywords ideales para tu negocio. Aquí te van las primeras ideas, por si no sabes por donde empezar: kit caza vampiros, goma de mascar con sabor ajo, balas de plata, cebo de morcilla… Anota todas esas keywords en la hoja de cálculo.
- Incluye también en tu documento las sugerencias de Google, porque son otras keywords que la gente busca, por absurdas que todas te parezcan. Ej.: “Los vampiros tienen sentimientos”, “fotos de vampiros reales”
¿Ya tienes tu lista de keywords? Entonces ha llegado el momento de investigar su verdadero potencial. Para eso deberás utilizar algunas herramientas SEO especializadas, como el planificador de palabras clave de Google Ads, Ubersuggest o Semrush. Con ellas conocerás el promedio de búsquedas mensuales que tienen tus keywords.
¿Que por qué necesitas conocer el volumen de búsqueda de las keywords seleccionadas? A ver cómo te explico…
¿Recuerdas aquella vez que diste una conferencia sobre logística y cadenas de suministro internacional en el centro budista de tu colonia?
Pues eso.
Short Tails
Después de hacer tu primera recopilación de palabras clave y conocer su volumen de búsqueda, seguro que estarás pensando que “vampiro” o “estaca” son términos ideales por su gran promedio de búsquedas.
Echa el freno. No es oro todo lo que reluce en la sonrisa de esa vieja gitana. Sí, esa que te mira como si fueras el primer café de la mañana.
Esas keywords son conocidas como short tails. Son términos de búsqueda de una o dos palabras y se caracterizan por un gran volumen de búsquedas (bueno) y una alta dificultad SEO (malo).
Si decides apuntar el copy de tu web a una o varias short tails, entrarás en una reñida competición con un gran número de webs, la mayoría de estas (right now) con más autoridad de dominio y antigüedad que la tuya.
Además, es probable que muchas de esas keywords no estén alineadas únicamente con tu nicho. Eso hará aún más difícil que tu web salga del inframundo algún día.
Ejemplo de short tail: “estaca”.
Términos no relacionados: «estaca para jardín», «Estaca Morelos», «L’Estaca canción», «el estaca y su esposa», «Estaca Brown».
Long Tails
Las long tails son keywords más complejas y, por lo general, mucho menos buscadas, si las comparamos con las short tails, ya que se trata de información mucho más específica y precisa.
Ejemplo de long tail: “estaca de madera de roble de los Cárpatos con punta de plata”
Por lo general, las long tails tienen una dificultad de SEO baja. Así que incluirlas en tu página web te ayudará a posicionarla más rápidamente entre los primeros lugares de Google, ya que habrá muchas menos webs compitiendo para posicionar la misma keyword.
En tu caso, te apuesto que serán un par de blogs de personas encontradas muertas en extrañas circunstancias. Y la web de una casa de subastas fraudulenta, hecha toda ella con IA y en tipografía Papirus.
Por si no te ha quedado claro: mi consejo es que ignores los cantos de sirena de las short tails, con sus miles de búsquedas mensuales, y te enfoques en long tails.
No te preocupes si algunas de tus keywords apenas tienen 10 o 20 búsquedas al mes. Detrás de muchos de esos términos de búsqueda se esconden grandes oportunidades de crecimiento. Al incluir diferentes longtails en tu sitio web, impulsaremos tu web hacia la primera página de resultados en un abrir y cerrar de ojos.
Y si no, al menos lo habrás intentado con honor y en completa soledad.
La intención es lo que cuenta
Detrás de toda búsqueda hay un sentido. Un propósito. Cuando alguien introduce una keyword en el buscador del navegador, siempre lo hace con una intención específica.
Esta intención divide a las keywords en dos grupos principales: informativas y comerciales Habrá quien te hable de más tipos de keywords: transaccionales, navegacionales, de marca, bla bla bla…
No le hagas mucho caso. Son ganas de calentarte la cabeza y justificar el precio de sus cursos SEO. Quédate con estas dos:
Keywords informativas
El usuario que ingresa una keyword informativa desea, principalmente, resolver una duda o ampliar su sabiduría. Esto habla muy bien de esa persona, porque demuestra interés por la vida, inquietudes por satisfacer y ganas de aprender.
Pero hay un problema: es probable que este espíritu evolucionado encuentre la felicidad en un eterno ciclo de búsqueda-aprendizaje-búsqueda, y no tenga la necesidad de poseer bienes materiales.
Por ejemplo, alguien puede estar interesado en saber cuando aparecieron los primeros cazadores de vampiros. O averiguar en qué régimen fiscal deben registrar sus actividades profesionales. Pero no estaría buscando contratar uno necesariamente.
Las keywords informativas son ideales para incluirlas en artículos de blog y atraer a todas esas almas ávidas de conocimiento a tu web. Estas palabras clave son fáciles de identificar porque a menudo comienzan «cómo» «cuando» o «por qué».
(Fucking philosophers motherfuckers).
Keywords comerciales
Pero también puede ocurrir que ese usuario, una vez saciada su hambre de conocimiento, empiece a notar como su sangre bombea con más fuerza. Un fuego se avivará en el interior de su cuerpo y, súbitamente, sentirá la necesidad de abanicarse con la tarjeta de crédito.
A este fenómeno se le conoce en marketing como «pasar a la fase de conversión en el embudo de ventas». La persona ha llegado a la convicción de que la obtención de un bien o servicio le ayudará a resolver un problema o cubrir una necesidad:
Reparar una fuga en casa. Encontrar una peluquería canina. Contratar un mariachi para hacer las paces con tu pareja, tras contarle el nuevo rumbo que has decidido darle a tu futuro profesional. Si lo del mariachi no funciona, buscar un buen abogado para tu divorcio. Y acabar regalándote una figura hiperrealista del Rey Brujo de Angmar, en tamaño natural, para que te haga algo de compañía en tus solitarias noches.
Y, por supuesto, acabar con ese maldito vampiro de una vez por todas.
¿Cómo puedes hacer para que Google le muestre a ese usuario tu página web? Ahí te va.
Incluye en tus keywords seleccionadas palabras como “precio”, “barato”, “comprar”, “mejor” “oferta” “cerca de mí” o “comparativa”. Ese pequeño matiz le indicará al algoritmo que tu web se alinea con el deseo de compra del usuario.
Ejemplos de keywords comerciales
- “Precio de rosario de huesos de mártir otomano”
- “Comparativa de 5 pistolas de agua bendita”
- “Biblias encuadernadas en piel humana cerca de mí.”
- “Comprar repelente para lobo transilvano”.
Son tres mil pesos
Pues esto sería todo.
Aplica todos estos consejos que te acabo de dar y tu sitio web dejará de ser para Google como el reflejo de un vampiro frente al espejo.
O como tú y yo, aquella vez que nos colamos en la fiesta de cumpleaños de Sidney Sweeney.
¿La factura te la hago a tu nombre?